Entradas populares

domingo, 27 de noviembre de 2011

Collection of Little Blood: Gone, Play On (II) - Autobiography

Jo, tío. Tengo un hambre flipante. Esto no mola nada. Aquí no hay comida. ¡Y me muero de hambre! ¿Qué coño puedo comer estando en coma? Qué mal. Me rugen las tripas. Ha pasado sólo una semana desde que escribí la última vez. Y tan sólo he cumplido uno de los tres puntos importantes que dejé anotados la semana pasada. Qué mal, soy un asco. Sólo he cumplido el punto dos, y encima a medias. Soy una vaga. Intentaré buscar a alguien por esta delgada línea a la vez que busco comida.
Han pasado ya…, media hora desde que escribí eso último. He encontrado a un tío, idéntico a mi (me refiero a que estaba en coma), y me ha dicho que este hambre que tengo se me pasará dentro de dos horas. Aquí nos alimentamos del aire –literalmente-. Y debo estar atenta a la próxima bocanada de aire que entre. Me ha explicado todo el proceso para no morirme de hambre. Cambiando de tema, el tío que me explicó todo esto me suena de algo. Pero no sé de qué. Sólo recuerdo cosas que me eran importantes. Cómo mi banda de indie. Joder, les echo mucho de menos. Mierda, me estoy poniendo sentimental. Y no, no quería ponerme sentimental, porque soy una chica en coma, y las chicas en coma no son sentimentales, son algo así cómo, no sé, algo así como de carácter muy a lo “Hey, you’re my rocker spirit, the air that breathe my bones!” –diciéndoselo a su súper Fender Telecaster ‘72 Deluxe de color negro, obviamente. (Es una guitarra por si nadie lo sabía)-. Os dejo por unos minutos, está entrando una bocanada de aire.
Han pasado tres minutos, así que fijaros el hambre que tenía. Esperad…, ay, joder, no lo creo…, estoy viendo, estoy viendo a, a mi… a mi último ex-novio. ¡Ay, joder! Creo que es él. Sí, es él. Joder. Joder. Joder. Vale, me rallo, lo sé. Viene hacia mí. ¡Viene hacia mí! ¿No os describí a mi ex? ¿No? Qué mal. Veamos, es rubio, tiene el pelo liso, un poco largo, y casi siempre va despeinado. Mide 1,80 y es muy pálido, como todos los que vivimos en Reino Unido; es delgado, tiene dos piercings en el labio inferior (uno a cada lado, obviamente) y casi siempre viste con sudaderas y jeans. Creo que me ha reconocido. Y él tiene ropa. ¡Tiene ropa! No es justo. Yo solamente tengo ésta asquerosa sábana. Enseguida os cuento, si es que me reconoce o no.
Nota importante (1): Buscar ropa Nota importante (2): Preguntarle a mi ex novio algo acerca de mi pasado, y sobre el suyo. Nota importante (3): Cumplir los puntos anteriores.


By Mayo Williams

martes, 15 de febrero de 2011

Collection of little Blood: Cigarettes – Autobiography



¡Hola! Soy May October Punkstreet Hardblood. Me mataron. Bueno, no estoy muerta, sino en coma. Más o menos. Os contaré mi historia, tal y cómo yo la recuerdo.
[Advertencia: no me hago cargo de si a alguien le dan ataques de ansiedad, pánico o simplemente, vomita].
Acababan de romper conmigo, y llovía. Ser rubia es un asco. Llovía. Y llovía. Miré mi blackberry. Estaba tan distraída y absorta mirando el mensaje que me habían enviado, que no me di cuenta del chico moreno tan mono que había a tres metros de mí. Yo estaba en un barrio punk escocés, y lógicamente, el tío era punk. Él cogió carrerilla y se abalanzó sobre mí. Yo llevaba una camiseta negra, y un sujetador con aros y con doble cierre. Me arrancó la camiseta e intentó abrirme la teta izquierda con una navaja, pero el sujetador y el doble cierre se lo impidieron. ¡Por fin los sujetadores con aro y relleno sirven para algo que no sea hacerte parecer una puta con tetas operadas! Él llevaba mucha prisa. Y del golpe que me di contra el cemento cuando él se abalanzó sobre mí, quedé inconsciente. Estuve allí tirada toda la noche, mojándome –en tierras escocesas el buen tiempo en pleno invierno es un milagro-, cómo un trapo viejo. Yo sabía lo que sucedía en todo momento, de alguna manera y más o menos, no era muy perfectivo de la manera que yo lo sabía. Vi pasar a Alice –la que había sido mi mejor amiga-, me miró, y me atestó un puñetazo en la nariz –yo en esos tiempos tenía un piercing en el tabique nasal, y del golpe que me dio, mi piercing salió volando-, y yo no sabía por qué. La sangre comenzó a brotar de mi nariz, cayendo cómo leguas y leguas de rubíes sobre mi rostro, y después, sobre el cemento. Mi visión –permanecí con los ojos cerrados en todo momento de inconsciencia, pero aún así yo veía- me mostró a un hombre de corbata, media hora después, llamando por el móvil a la policía y a una ambulancia. Vamos, no penséis que soy una cotilla que escucha conversaciones ajenas, tan sólo era una suposición acertada casualmente. Mis latidos no se podían oír con un oído humano, por eso cuando vino la policía y me tomaron el pulso me dieron por muerta. Las pequeñas gotitas de sangre que quedaban sobre mi rostro, pesaban cómo pedruscos, las condenadas –de ahí mi segundo apellido Hardblood-. Un agente de policía me cogió en brazos de la calle del barrio punk –y de ahí mi primer apellido, Punkstreet-, me puso una sábana, y estuve ahí, tirada en el suelo, hasta que vino el inspector forense. Todo el mundo me daba por muerta. Todo el mundo. Incluso yo misma. Pasaron tres días, y nadie reclamaba mi cuerpo, pues es lo que tiene ser huérfana y no ser adoptada. Y yo seguía allí, inmóvil, en el depósito de cadáveres. Hasta que una noche, desperté de mi aletargado sueño. Una enorme sábana blanca debería cubrir mi cuerpo, pero solo lo hacía… ahm, más o menos cumplía esa función, pues un tío rubio, gordo y grasiento, agarraba mi teta izquierda con enorme ferocidad con su mano derecha, y su mano izquierda estaba en mi… bueno, imaginároslo. No, la necrofilia no mola nada, y muchísimo menos cuándo eres víctima de ella. El tío gordo y rubio consiguió abrirme la teta y arrancarme el corazón.Ahora mi teta está cosida, pero no curada del todo. Ya no funciono como antes. No puedo sentir nada. Sólo fingir que siento algo, y no mola. Si alguien se pregunta por qué me llamo May October es por lo siguiente: Tan sólo recuerdo el mes de mi nacimiento y el mes de mi…, “muerte”, por así llamarlo, ya que en mi blackberry –que por suerte la conservo-, figuraba el nombre del mes de mi nacimiento –que es en mayo-, y también figuraba el mes en el que estábamos –que es octubre-. No, no llevaba documentación encima, por eso no recuerdo cuál era mi verdadero nombre. Intentaré buscar más sobre mi pasado, intentaré buscar a más gente cómo yo por la fina y delgada línea del puente entre los dos mundos –el de los vivos y los muertos, por si no quedaba claro-. Creo que recorreré los dos mundos con tal de encontrar a alguien y poder conversar tranquilamente sin atraer miradas de desdén hacia mi teta. Buscaré también algo de ropa. Jo, tío, echo de menos a mis colegas de mi banda de indie y rock alternativo, seguro que me echan un poquito de menos. Al final, creo que Eric –el batería-, tenía razón con llamar a nuestro grupo Thirteen, nos iba a traer mala suerte. Al menos me la ha traído a mí.
Nota importante (1): cargarme a la nueva sustituta que ocupa mi puesto como cantante (Sherry).Nota importante (2): ayudar a componer algo que Eric o Matt puedan cantar sin berrear.Nota importante (3): Deberé pedir ayuda para investigar mi pasado y averiguar por qué tanta gente quería mi corazón. También debo averiguar por qué Alice hizo eso, es de mala educación, y muchísimo más grave si estás dormida u inconsciente. No tiene gracia. Hasta nuevo aviso, con poco cariño, MOPH*.

By: Mayo Willliams